La Revolucion de la Cuchara en La Paz !!!

Pero con la llegada de la hipótesis evolucionista de Darwin el panorama cambió radicalmente. Según el evolucionismo la vida “surgió de un mar primitivo a través de un choque… de sustancias químicas, y que a lo largo de cientos de millones de años de mutaciones casuales, este accidente biológico dio lugar a los primeros seres humanos”.

Esta nueva perspectiva ha traído como consecuencia una redefinición del hombre y de la vida. Se supone que el hombre no es otra cosa que un “animal racional” y, por lo tanto, sin más dignidad que las bestias.

Ingrid Newkirk, la fundadora de PETA (Personas en Favor de un Tratamiento Ético a los Animales), declaró a un reportero del Washington Post que las atrocidades de los nazis son insignificantes en comparación con la cantidad de animales que son “exterminados” anualmente para comer: “Seis millones de judíos murieron en los campos de concentración, pero seis billones de pollos morirán en los hornos este año”.

Muchos evolucionistas se horrorizan ante semejantes declaraciones, sin comprender que su teoría nos conduce hacia allí a final de cuentas. Si somos el producto de un afortunado accidente, ni siquiera podríamos decir que somos animales más desarrollados en el proceso evolutivo, porque no tendríamos parámetro alguno para definir el progreso. El evolucionismo nos deja sin una base racional para defender la dignidad humana. Las ideas tienen consecuencias. La postura que asumamos respecto a la vida humana y su definición incidirá directamente en temas como el aborto, el suicidio asistido, la eutanasia, y muchos otros. Más aún, si enseñamos a nuestros jóvenes que no existe diferencia alguna entre una bestia y un hombre, no debemos extrañarnos cuando los veamos conducirse según la ley de la selva. Pero sí existe una gran diferencia entre el hombre y la bestia. La vida humana es sagrada y el hombre posee una dignidad especial porque fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. No somos “animales racionales” como nos han estado adoctrinando por décadas. Poseemos personalidad y racionalidad porque fuimos creados por un Ser personal y racional.